De
nuevo, el temprano amanecer iba a ser testigo de nuestro comienzo de viaje
hacia la ciudad de Cusco.
Cusco,
ciudad meta de la curiosidad de todos los que visitan Perú, era nuestro próximo
destino. Para realizar el desplazamiento desde Puno optamos por tomar el tren
panorámico. Este tren, de lujoso acabado y con un último vagón abierto, nos iba
a ofrecer la posibilidad de contemplar los paisajes que recorreríamos a través
de altiplanicie y valles entre montañas.
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Tren panoramico |
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El
espectáculo paisajístico que pudimos apreciar fue algo indescriptible. La
primera parte del viaje, de diez horas para recorrer unos cuatrocientos Km.,
transcurrió a través de la altiplanicie. Atravesamos la ciudad de Juliaca,
ciudad joven, fundada hace unos cien años y convertida en centro de negocios.
El tren discurrió entre sus calles pudiendo contemplar infinidad de comercios
repletos de mercancías y cuyos vendedores tenían que apartarse a su paso.
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a traves de la altiplanicie |
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Situacion de Juliaca |
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Mercado de Juliaca al paso del tren |
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Otro aspecto del mercado |
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Discurrir entre puestos de mercancias |
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Vida en el mercado |
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Familia de mercaderes almorzando |
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Seguimos
atravesando la altiplanicie y más adelante nos detuvimos en Raya, población
situada a 4.200 m. sobre el nivel del mar, presidida por el Nevado Verónica, en
cuyo mercado nos detuvimos y admiramos la artesanía de aquel lugar, donde los
tejidos de lana de alpaca eran los más codiciados.
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Mercado de Raya con el tren haciendo un alto |
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El nevado Veronica |
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Ofreciendo las mercancias |
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Continuamos
el trayecto, cambiando gradualmente el paisaje y discurriendo nuestro caminar
al lado de un caudaloso río que atravesaba preciosos valles entre altas
montañas. Mientras, en el tren se nos ofrecían diversas actuaciones de grupos
locales, mostrándonos el folklore de la región a la vez que modelos exhibían
prendas de lana de alpaca y vicuña, y un barman nos enseñaba la forma de
preparar diversos cocteles elaborados con Pisco.
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Bailes regionales |
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Otrotraje tipico en otro baile regional |
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Desfile de prendas de alpaca |
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Actuacion de un grupo de musica regional |
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Tambien el personal del tren colaboraba |
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El
largo viaje se nos hizo distraído, y un ingente número de fotografías tomadas
durante el trayecto, nos iba a hacer recordar imágenes de un día donde una
larga estancia en tren, no fue, ni mucho menos, tediosa, y sí enormemente
espectacular a nuestros ojos.
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A traves de un pueblo |
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Cambiando el paisaje |
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Al lado del rio |
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Siempre al lado del rio |
Y,
al fin, Cusco. El anochecer nos iba a abrir las puertas de la ciudad soñada.
Aún, descendiendo de las escalerillas del vagón del tren, solo nuestro deseo
era recorrer sus calles e impregnarnos de su misterioso embrujo, esculpido en
el recuerdo de la civilización Inca.