De
alguna forma la tranquilidad recobró su lugar y nos brindó la posibilidad de
disfrutar más de los nuevos amigos que hicimos en esta travesía. Un día
completo de navegación y momentos que compartir.
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| El teatro del barco |
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| Actuaciones de distintos lugares del barco |
El
azar, destino, o simplemente lo que nos esperaba, hizo que pudiéramos contactar
personas cercanas. Carmen y Ana, dos amigas españolas de Cataluña, con
dedicaciones similares a las nuestras y llenas de vitalidad e ilusión. Eric,
chileno, y Pilar, española, matrimonio, muchos años trabajando en Granada y
actualmente en Miami. Su simpatía, humildad y naturalidad nos hizo sentirnos
muy próximos. Roberto e Ines, matrimonio argentino, dueños de ópticas en una
ciudad cercana a Mendoza, y cuya espontaneidad nos brindó la posibilidad de
contactar con mi familia en esa ciudad. Simpáticos y abiertos. Fue un placer
conocerlos.
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| Con amigos tras una visita |
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| En el comedor |
Los
momentos con ellos nos permitieron compartir proyectos, ilusiones y realidades,
y nuestra estancia en el barco fue muy gratificante y positiva.
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