martes, 22 de enero de 2013

En Lima


Ya mas tranquilos y después de haber asimilado aquellos momentos entrañables, comenzamos a pasar nuestros días en Lima.
Fueron los días anteriores a la boda, días intensos. Recibimos mil atenciones de toda la familia, Blanca, César y Gabriela, Félix y Mª Rosa, Camucha y Herminio, y los hijos de todos, Mauricio, Félix y Andrés (hermanos de Andrea), Karen, Liz y Gonzalo (hijos de Camucha y Herminio), Ignacio y Lucía (hijos de Gabriela y César)… Todos nos acogieron de tal forma que nos hicieron sentirnos limeños y miembros de la familia. 
En casa de Herminio y Camucha

En casa de Blanca
También en estos días recibí un gran honor. Iba a ocupar el sitio de Pepe en la boda de su hijo. Me acorde de él, me acordé de su gran simpatía y de su enorme generosidad. Ocupar su sitio en el altar fue un honor. Pero además como fruto de sus bromas también me hizo bailar, y por ello tuve que asistir al ensayo del vals que abrirían los novios y los padres. Todo un reto para mi.
Preparando el vals
Un vals extraño
Asi termina el vals
Lima nos mostró algo de ella, la inmensa extensión de sus 43 municipalidades o distritos no nos permitió conocerla entera, pero nos asomó a Miraflores, donde vivimos. Lugar señorial con playas y malecones, con parques muy cuidados y una vista excepcional de la bahía de Chorrillos desde el balcón de nuestra casa. 
Miraflores
En Chorrillos
Paseamos por Barranco donde la bohemia da paso a largas noches jóvenes y donde artistas y literatos buscan allí su residencia. Los suspiros de las limeñas sirven en Barranco de eco al mar. Conocimos San Isidro y de él su parque de los olivos, que junto a áreas residenciales con legados indígenas y coloniales, nos mostró la Lima financiera y comercial. Teatros, galerías de arte y casas culturales confieren un sabor especial a una de las zonas más bellas de esta ciudad. En la Molina, de amplias calles y avenidas, repleta de áreas verdes y viviendas unifamiliares donde los centros comerciales y las universidades plantan sus sedes, sentimos el calor de la hospitalidad limeña. Y por fin en Lima, en el majestuoso centro urbano, de enorme amplitud, saboreamos la época colonial.
Puente de los suspiros en Barranco

Desde un mirador de Barranco, Miraflores al fondo

En la Plaza de Armas de Lima
Al fonde, la catedral de Lima

Casas coloniales
Grupos folcloricos en la plaza de armas
Aún quedaban momentos que vivir antes del día de la boda y durante ellos muchas cosas que guardar en nuestros recuerdos y en nuestro corazón. Asistimos a la ceremonia civil. Fue en casa de Félix y María Rosa. Un momento familiar. Un momento entrañable que daba inicio a una vida llena de proyectos e ilusiones de Nico y Andrea. Y tras ella una cena, una reunión en la que María Rosa, excelente anfitriona, nos hizo pasar una muy agradable noche con su amabilidad y simpatía sabiendo esconder los nervios compartidos con Félix desde días atrás, viendo la felicidad de su hija y guardando la emoción de verla partir de su hogar.
El dia de la boda civil
Las madres emocionadasa

Para la cena en casa de Felix y Maria Rosa

Llegaron nuestros hijos Sara y Pablo y con ellos nuestra sobrina Mercedes y Pilar, una amiga de Merche. Tantos días sin verlos y cuánto deseábamos abrazarlos. Esperábamos ese día con verdadera ansiedad y llegó. Los teníamos cerca y estábamos felices porque estaban con nosotros y además iban a visitar Perú, algo que para ellos era especial.  Si, estábamos felices, pero nos faltaban nuestro hijo David y nuestro nieto Juan, que no pudieron venir.
Cambiando dinero en la calle con nuestros hijos
Nuestros hijos viajaron por el país, visitaron Cusco y Machu Pichu y volvieron para asistir a la boda de sus primos. Así nos acercamos a ese momento para el que vinimos. Nervios, ilusiones en todos y una esperanza de felicidad para ellos

1 comentario:

  1. Amadeo, siempre me sabe a poco, te pido que te explayes algo más, seguir leyendo unos minutos todavía... Invariablemente me emociona lo que escribes, el cariño que traes, que siempre has traído, a esta familia. Gracias, la boda de nico y andrea te necesitaba.

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